Consejos nutricionales (parte II)

- Acostumbrarse a iniciar las comidas, especialmente en invierno, con una sopa. La sopa templada ayuda al estómago a ingerir la comida que vendrá a continuación, es muy alimenticia y templa el cuerpo.
- Si no nos gustan demasiado los vegetales, intentar al menos consumir gazpacho que es enormemente nutritivo. El gazpacho aporta las vitaminas de los vegetales inalteradas ya que no existe cocción alguna.
- Seguid los pilares de la dieta mediterránea, esto es : consumir pescado azul, mucha fruta y verdura, una vaso de vino tinto o de mosto al día, pocos lácteos, poca carne y muchos cereales, además de emplear siempre aceite virgen extra de oliva.
- Nunca jamás dar a nuestros hijos bollería en lugar del clásico bocadillo para merendar o almorzar. El bocadillo es menos calórico e infinitamente más nutritivo.
- El azúcar moreno está menos refinado que el azúcar blanco y es por tanto más natural. Empleadlo siempre que sea posible.
- Eliminar el exceso de aceite empleado en las frituras simplemente colocando el alimento sobre papel absorbente de cocina.
- El aceite virgen extra de oliva se puede emplear hasta cinco veces pero jamás lo empleéis si ha humeado por sobrecalentamiento : lo que es bueno se vuelve tóxico. Los aceite refinados - que son todos menos el extra de oliva - soportan mucho peor las reutilizaciones o son directamente desaconsejables para hacer fritos como el aceite de girasol.
- El cacao es sano si es puro. Lamentablemente el 99% del cacao que se consume es hipercalórico y no aporta nada bueno al organismo humano.
- Los niños deberían tomar agua durante las comidas. Los zumos envasados son en su mayor parte fuentes de azúcar y muy poco nutritivos. Si toman zumos que sean exprimidos por nosotros.
- La cerveza y la sidra, bebidas con moderación, son saludables.
- Procurad siempre comer fruta y verdura de temporada. Las naranjas de julio son de cámara frigorífica y es preferible no acercarse a ellas. Lo mismo se puede decir de cualquier producto fuera de su época natural.
- No comáis la piel de la fruta que aparece perfecta, lustrosa y sin mácula de insectos. Probablemente tal "perfección" se debe a los insecticidas cuyo grado de penetración es alto a nivel de la cáscara.
- Evitad, siempre que se os advierta, el consumo de alimentos transgénicos.
- Tomad raciones adecuadas a vuestro modo de vida. Un obrero de la construcción necesita más calorías que un trabajador de oficina totalmente sedentario.
- Si tenéis hambre entre comidas y ello os provoca dolor de cabeza u otros síntomas es preferible consumir un cereal que el organismo sintetiza rápidamente en glucosa : pan, bastones u obleas de arroz inflado integral.
- Incluid en vuestra dieta arroz y harina integral
- Coced las verduras al vapor para evitar la pérdida de vitaminas
- Si cocéis las verduras a la manera tradicional, hacedlo siempre con el mínimo posible de agua.
- No desecheis el agua resultante de la cocción ya que contiene buena parte de los nutrientes que han perdido las verduras y carnes que hemos cocinado. Pueden servir para hacer una buena sopa o enriquecer otras recetas.
- Si coméis fuera de casa procurad siempre elegir platos que equilibren vuestra dieta. A menudo es muy tentador elegir los platos más apetitosos de la carta y despreciar los más saludables.
- Jamás sigáis una dieta para reducir peso sin consultar a un especialista : es muy peligroso.
- No rechacéis ingredientes como el ajo o la cebolla porque socialmente no se acepte el olor que desprenden. Si los consumís preferentemente de noche a la mañana, con la ducha por enmedio, habrán desaparecido sus efectos. Son productos muy aconsejables.