Alitas de pollo en salsa

¿A quién no le gustan las alitas de pollo? Son muy saludables y gustan a todos los de la casa. Claro que no siempre son tán fáciles de preparar como su inclusión en las cartas de restaurantes rápidos parecen  aventurar. En primer lugar no es fácil darles un buen rebozado : se trata de un producto con volumen y, a menos que empleemos los trucos de las cadenas de restauración, no van a quedar como esperamos. Por la misma razón son difíciles de freír - esa desagradable sorpresa de que cuando pensábamos que ya estaban listas sacaban una inesperada sangre de la médula del hueso- además de que cuesta que expulsen el aceite sobrante. Entre unas cosas y otras la simple preparación de las alitas puede llevar más de media hora y su cocinado otra media hora.
La receta que os presento resuelve el problema. Se prepara en media hora o menos y obvian todos los problemas que hacen pensarnoslo dos veces antes de cocinarlas en casa.

INGREDIENTES (4 personas) 

400 gramos de alitas de pollo (enteras o separadas de la blanqueta)
1 cebolla
2 dientes de ajo
1 vaso (200 ml) de tomate triturado
Medio vaso (100 ml) de vino blanco
2 cubitos de concentrado de caldo de pollo
200 gramos de champiñones
Sal
Pimienta negra molida
Perejil picado
Aceite virgen extra de oliva


En una cazuela vertemos un chorro generoso de aceite de oliva.

Salpimentamos las alitas y las freímos en la cazuela hasta que están ligeramente doradas. Retiramos y reservamos.

En el mismo aceite añadimos la cebolla y los dientes de ajo picados. Cuando la cebolla transparenta añadimos el tomate, los champiñones (enteros o a láminas, al gusto), los cubitos de concentrado de caldo de pollo y el vaso de vino. 

Incorporamos las alitas y dejamos hacer durante 20 minutos a fuego medio-alto, removiendo de vez en cuando. Rectificamos de sal y pimienta - cuidado, los cubitos suelen ser muy salados - y servimos con perejil picado espolvoreado por encima.

Si queréis menos salsa dejáis más tiempo al fuego.