Carrilleras al vino de Ribeiro

Vale, ya se lo que me vais a decir : ¿gastar un  Ribeiro para cocinar? Es cierto. El vino de Ribeiro es uno de los mejores vinos españoles y a menudo no es fácil encontrarlo en los puntos de venta habituales. La producción es limitada, como ocurre con todo aquello que es de calidad. Emplear por tanto este vino en una cocción suena más a despilfarro snob que a una auténtica necesidad culinaria.  Pero existe una razón: un vino de calidad genera una salsa de calidad, que es para lo que vamos a emplear hoy este caldo. Por supuesto que podéis utilizar cualquier otro vino blanco, pero cuidad siempre que sea un buen vino ya que el sabor de la salsa lo agradecerá.
Con esta receta se da la paradoja que el coste de la carne es mínima - un par de carrilleras apenas va más allá de los 2 euros - y si empleáis un vino de coste más moderado que el Ribeiro - que cuesta entre unos 8 a 12 euros por botella-, podéis tener un plato exquisito por muy poco dinero.
Las carrilleras del cerdo son los carrillos de la "cara" del cerdo, por tanto situados a ambos lados del morro. No hay mucha carne, pero es suculenta. Se suele comer en estofado o también al horno y la ración por persona suele ser de dos carrilleras aunque yo prefiero servir una sola acompañada de una buena ración de patatas panaderas, setas salteadas o incluso arroz blanco cocido, además de que la salsa  invita a mojar pan sin mesura.

INGREDIENTES (4 personas) :

4 carrilleras (considerando que vais a servir un acompañamiento contundente)
1 zanahoria grande
2 cebollas grande
1 diente de ajo
Mantequilla
1 vaso de vino blanco 
1 vaso de caldo de carne o de agua
Harina de trigo blanca
Aceite virgen extra de oliva
Sal
Pimienta

Lavamos las carrilleras y las pasamos por la sartén con un buen chorro de aceite de oliva hasta que empiezan a dorarse. Retiramos y reservamos.
En una bandeja que pueda ir al horno depositamos en el fondo las cebollas y la zanahoria cortadas en juliana además del diente de ajo cortado en láminas.
Salpimentamos las carrilleras y las untamos de mantequilla. Incorporamos el vaso de vino.
Precalentamos el horno a 200 grados e introducimos la bandeja, manteniéndola allí durante al menos una hora. Si vemos que el líquido disminuye en exceso, añadimos agua o caldo de carne para igualar la cantidad existente al iniciar el horneado. Es conveniente dar la vuelta a las carrilleras al menos una vez durante el horneado.
Transcurrido el horneado extraemos las bandeja y separamos las carrilleras del caldo obtenido. Pasamos el caldo por el chino o los trituramos, incorporándolo a la sartén donde hemos pasado previamente las carrilleras. Calentamos a fuego medio y mezclamos con una cucharada de harina para que espese. 
Las carrilleras se sirven bien calientes con la salsa por encima...y no olvidéis suministrar mucho pan !