Almendrados de Allariz (Galicia)


Allariz es una pequeña y preciosa población muy cercana a Ourense. Hace unos veinte años visité a menudo Galicia dando charlas técnicas y en un rato muerto, antes de iniciar una conferencia en Ourense, me recomendaron visitar Allariz. Nunca pude agradecer lo suficiente aquella recomendación. Después de la visita, Allariz pasó a unirse a mis lugares favoritos de Galicia junto a Betanzos, Sada y A Coruña.
Mientras paseaba por el casco antiguo adquirí una caja de almendrados y ya con ella de regreso a Ourense tuve la mala fortuna de dejarla descuidadamente en la mesa de la sala de conferencias donde los técnicos que montaban el sistema audiovisual la vaciaron es un santiamén. Así que sólo pude comer un almendrado y como no he vuelto por desgracia a Galicia desde hace dos décadas hasta que no he encontrado una buena receta no he podido volver a degustarlas. Eso sí, me he hecho dos docenas y me las he comido a solas cuando aún no se habían enfriado y sin pizca de remordimiento.
Los almendrados de Allariz parece ser que tienen origen en el convento de monjas que se instaló en la población en el siglo XII, desde donde se difundieron por toda la provincia. Son extraodinariamente fáciles de hacer.

INGREDIENTES 

500 gramos de azúcar
500 gramos de almendra molida
6 claras de huevo
1/2 yemas de huevo
Obleas (2 docenas)
Canela, azúcar vainillado, azúcar glass (opcional)

La cantidad de azúcar y almendra molida debe ser idéntica, de manera que mientras respetéis esta proporción podréis hacer la cantidad de almendrados que queráis. Con la mitad de peso en lugar de 6 claras de huevo emplead 5 (la clara de huevo se vende en envases UHT en cualquier supermercado). 

Tradicionalmente los almendrados de Allariz se montan sobre obleas de unos 8-10 cm de diámetro - una oblea es como una hostia de la liturgia católica, para entendernos - con tres bolas de masa de igual tamaño. Si no encontráis obleas, podéis hacerlas sobre un papel para el horno o bien engrasando una placa.

                                                                    

En primer lugar mezclamos el azúcar y la almendra molida. Añadimos las claras poco a poco y mezclamos bien con ayuda de una espátula. Debe quedar una masa algo seca. Disponemos las obleas soble una placa del horno el cual precalentamos a 200 grados.
Sobre cada oblea colocamos tres bolas de masa idénticas y si queremos las pintamos con la yema de huevo. Introducimos en el horno y mantenemos hasta que la superficie se dora (puede tardar entre 20 y 30 minutos). Sacamos y dejamos enfriar, espolvoreando por encima si se desea azúcar glass, vainillado o incluso canela.

No se si cocinaréis estos deliciosos almendrados, pero si viajáis a Galicia no dejéis de visitar Allariz. Eso sí que sería imperdonable.