Magret de pato con salsa de cerezas al Oporto

Una de esas recetas que sólo con el título va dejar estupefactos a vuestros invitados. No hace falta decir que es fácil de hacer e incluso podéis evitar comprar cerezas frescas y emplear desecadas o en conserva.

INGREDIENTES (4 personas)

2 magrets (pechugas) de pato grandes
350 gramos de cerezas 
Medio vaso de vino de Oporto
Medio vaso de caldo de pollo
Dos cucharadas de mantequilla
Una cucharadita de vinagre de vino
Sal
Pimienta

Si las cerezas son frescas, eliminad los tallos y las semillas partiéndolas por la mitad. No viene a cuento pero las semillas de las cerezas contienen un poderoso veneno. Quince semillas de cerezas y te vas al otro barrio. No pasa nada si te las tragas porque pasan por el tracto digestivo sin ser absorbidas, pero queda como "anécdota". Claro que si las machacas, las conviertes en polvo y te las tomas, la cosa puede ser muy grave.

Se pone en una sartén una cucharada de mantequilla y cuando funde añadimos las cerezas, el caldo de pollo, un pellizco de sal y otro de pimienta. Se deja reducir el líquido que se forma a la mitad y se retiran las cerezas. Desglasamos la sartén con la cucharadita de vinagre y añadimos el medio vaso de Oporto. Dejamos que reduzca de nuevo a la mitad. Ahora hay tres opciones : triturar las cerezas y añadir el puré a la salsa para que espese pero eso sólo lo recomiendo hacer si habéis pelado las frutas (los pellejos son un coñazo). Lo segundo es añadir otra cucharada de mantequilla y espesará por si sóla. Lo tercero es dejar las cerezas y el líquido resultante. Personalmente yo prefiero la segunda opción, pero va a gustos. Retiramos y reservamos.
A continuación en una sartén muy caliente y un poco de mantequilla doramos los magrets previamente salpimentados. Cuando doremos la parte de la piel si no queremos que tengan mucha grasa hacemos algunos cortes y por ahí se escurrirá el exceso de grasa (en esta receta no la vamos a utilizar para nada). Cuando el magret está dorado por fuera los cortamos en filetes finos que integramos en la salsa de cerezas. La llevamos al fuego y con diez minutos estará listo, rectificando de sal y pimienta poco antes de servir.
Se suele servir con verduras o patatas cocidas de guarnición. Algunos recetarios aconsejan servir sólo con la salsa que el comensal se sirve a su gusto y otros aconsejan añadir algunas cerezas para dar fe de los que está hecha la salsa. Y no se trata de ninguna invención de la nueva cocina francesa, es una receta de ese país pero bastante tradicional.