Sopa de patatas con chorizo

El chorizo y la morcilla, en cantidades moderadas y a ser posible en versiones "light" deberían estar presentes en nuestras dietas de forma regular ya que uno de sus ingredientes principales es el hierro a través de la sangre que contienen. Generalmente somos deficitarios en hierro y esa puede ser una de las causas del cansancio o el bajo rendimiento intelectual, además de desembocar en anemia en casos extremos. El hierro está también presente en alimentos vegetales pero la absorción del hierro "vegetal" es menos efectivo que el de procedencia animal. Si queréis que el hierro que toméis se absorba en la mayor cantidad posible lo mejor es acompañar las comidas con zumos naturales con alto contenido en vitamina C (zumo de frutos rojos, naranja etc).

Esta receta es muy fácil de hacer y constituye un gran aporte de hierro. Por cierto, en muchos países el chorizo se ha vuelto muy popular (Francia, Estados Unidos ...) y para ellos  representa una asociación  inmediata entre este producto y la cocina española.

Claro que si leyeran los periódicos españoles a diario tendrían otra percepción de su significado.

INGREDIENTES (4 personas) :

2 patatas medianas-pequeñas por comensal
1 chorizo pequeño-mediano por comensal (picante o dulce, al gusto)
1 cebolla grande morada tipo "Figueres"
1 pimiento verde para freír
1 diente de ajo
Medio vaso de vino blanco
2 cucharadas de tomate triturado
1 cucharadita de pimentón dulce o picante (opcional)
2 hojas de laurel
Sal
Aceite virgen extra de oliva

En una cazuela vertemos un chorro generoso de aceite de oliva y a fuego medio freímos la cebolla y el diente de ajo bien picados. Cuando la cebolla transparenta añadimos el pimiento también picado y a continuación los chorizos cortados a trozos o bien enteros. En el segundo caso es mejor hacer alguna perforación con el tenedor o cuchillo.

Cuando el chorizo toma color rojo intenso añadimos las dos cucharadas de tomate triturado y el medio vaso de vino blanco, además de las hojas de laurel.  Seguidamente añadimos algo menos de un litro de agua y si queremos el pimentón (en la versión dulce o picante). Mientras llevamos a ebullición pelamos las patatas y las cortamos en trozos chascándolas al final (esto es, rompiéndolas) para que la fécula espese la sopa. Si sólo las cortamos con cuchillo será difícil que la sopa espese.

Cuando el agua comienza a hervir añadimos las patatas, reducimos el fuego y cubrimos de manera que al levantar la tapadera cese la ebullición. Mantenemos de esta manera durante unos 20-30 minutos (o hasta que las patatas se ablanden, que teniendo en cuenta la calidad de las patatas que corren hoy en día, puede ser hasta mucho más tiempo).

Se sirve caliente y está de fábula.