Moussaka de calabacín


La musaka griega es parecida a la lasaña aunque empleando berenjena en lugar de pasta. Es un plato muy contundente tal y como lo preparan los griegos ya que emplea carne de cordero que es muy grasa. En este caso, para acortar el tiempo de realización - que incluye mantener en remojo la berenjena por un periodo prolongado de tiempo - vamos a emplear calabacín.





INGREDIENTES :

1 Kg de carne de cordero picada (se puede emplear ternera o cerdo)
2 calabacines grandes
1 cebolla grande
8 tomates maduros (1 Kg de tomates aproximadamente)
Harina de trigo
Leche
sal
orégano
pimienta negra
nuez moscada
queso rallado
aceite de oliva virgen extra

Preparamos la salsa de tomate. Primero pelaremos y quitaremos las semillas a los tomates. Luego freiremos una cebolla picada y cuando empiece a dorarse echaremos los tomates con un cucharada de sal. Cubriremos y dejaremos que adquiera textura. Reservamos.

Preparamos los calabacines cortándolos en rodajas bastante finas, sin pelarlos. A continuación los freimos en aceite de oliva hasta que se doren. Las dejamos descansar en un papel que chupe el exceso de aceite.

Freímos la carne picada añadiendo sal y pimienta negra. No debe quedar completamente hecha ya que terminaremos la receta en el horno.

Finalmente prepararemos la bechamel. Para ello dispondremos dos cucharadas de aceite de oliva en un cazo metálico y añadiremos la harina de trigo. Iremos removiendo con un batidor de varillas para deshacer la harina. Sin dejar de remover añadiremos la leche y una pizca de sal hasta que empiece a espesar. Si lo deseamos rallaremos un poco de nuez moscada. Reservamos.

Ahora queda montar la moussaka en el recipiente refractario que irá al horno. En primer lugar extenderemos por el fondo un poco de salsa de tomate. A continuación la carne picada y sobre ésta en orden otro poco de tomate frito, el orégano y las rodajas de calabacín. Si tenemos mucha cantidad de cada ingrediente podremos hacer un segundo piso en el mismo orden. En caso contrario cerraremos echando tomate frito sobre los calabacines y la salsa bechamel. Sobre el conjunto espolvorearemos queso rallado.

Pondremos el horno a 180º dejando que la moussaka se haga durante unos 20 minutos. Transcurrido ese tiempo gratinaremos hasta que el queso se dore.

Un plato contundente, muy griego y muy sabroso.